Mucho Canelo y pocas nueces

Floyd Mayweather vs Saúl Álvarez

Floyd Mayweather dio una cátedra de boxeo a Saúl Álvarez en una pelea decepcionante del mexicano en la que no mostró nada de lo esperado. El evento principal de ‘The One’, resultó una de las bromas más publicitadas y rentables del deporte. Un sueño que se convirtió en martirio para el Canelo. Una decepción que recuerda que todavía existen clases.

Había dos opciones satisfactorias para el de Jalisco: El milagro de vencer a la leyenda o, la más probable, una derrota digna tras dejarse sangre y sudor para poner en problemas al favorito. Al final, ni lo uno ni lo otro. A todas luces, pelea sacacuartos sin más. Un Canelo inédito fue una parsimonia que en ningún momento inquietó al maestro del cuadrilátero. Ni cortar movimientos, ni presión, ni nada.

El peso, de aliado a enemigo
El día del pesaje se habló mucho sobre la supuesta facilidad, o no, para conseguir las famosas 152 libras. Tras el combate del sábado, sería ingenuo defender que los problemas para dar el peso no existieron ni tuvieron secuelas. La falta de condición se mostró a medida que avanzaba la contienda, donde la cautela y la dosificación iban de la mano desde el comienzo. Corría con poca gasolina y el freno echado.

Todo ello unido a una falta lastimosa de estrategia, o bien la no posible realización de la misma, hicieron de la esperada noche de gloria para el boxeo mexicano un descuartizamiento progresivo del cuerpo, paciencia y alma del Canelo a manos de un tipo del que si dicen que fue él quien inventó el boxeo, no sorprendería a nadie. Ni viéndose perdido Canelo tiró de vena mexicana para jugarse la partida a una mano.

No digan boxeo, digan Mayweather
Así paraliza la luz del ‘Money’. Nacido para boxear, ese es Floyd Mayweather Jr, versión ‘45.0’. Poco queda por decir. Cuando el boxeo se convierte en arte y el arte en persona, aparece él. Una fusión perfecta. Una suerte poderlo disfrutar. ¿Próximo compromiso? Fácil, el que más dinero reporte, y eso va por grupos. Superados sus compatriotas, mexicanos y boricuas, apunten a ingleses o asiáticos…

En cuanto a Canelo, tras esta decepcionante actuación, toca regresar a su realidad, aquella en la que es un joven campeón con mucho margen de mejora. Perder ante el mejor no es motivo de depresión. Tras esta excursión mas allá de su comarca, debe reflexionar sobre qué facetas mejorar: preparación, equipo, nuevos recursos… Una pelea para recuperar sensaciones sería lo suyo. Esto ha sido un punto y aparte, y todavía le queda mucho por escribir.

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