La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. Un combate de boxeo que nunca estuvo planificado resultó ser más emocionante y sorpresivo de lo esperado. Estamos en semanas llenas de sobresaltos. Danny García vencía al claro favorito Amir Khan por KOT en el 4º asalto, un resultado inesperado y que ha dado un buen pellizco a los osados apostantes. Uno de los mejores libra por libra anda en apuros.
Recordemos que Khan debía enfrentarse a Lamont Peterson en un combate de revancha, el cual se fue a pique porque el campeón dio positivo. Desde entonces, diferentes nombres salieron a la luz para, finalmente, concretarse un encuentro ante García, titular superligero del Consejo Mundial. Una forma rápida y asequible, a priori, de volver a ser campeón.
Pero las prisas no suelen ser buenas consejeras. Si bien es cierto que la derrota ante Peterson tuvo lugar en una noche surrealista, con personajes extraños rondando entre los jueces y un árbitro más protagonista de lo habitual, quizá se debía retomar con calma el camino hacia la corona. Actuar con premura tratando de tapar aquella derrota ha servido para infravalorar a un improvisado rival.
García, invicto, buen fajador y con una correcta pegada, puso todo su empeño en hacer ver que va en serio. Ya es campeón del Consejo y Asociación Mundiales, acaba de derrotar a uno de los mejores luchadores y tiene un año menos que él, 24. Sin embargo, también posee mucho menos nombre y seguidores que el británico de origen paquistaní. Algo que a buen seguro cambiará a partir de ahora.
Khan, entrenado por Freddie Roach a quien últimamente le acompaña la mala suerte, quizás ha sido inflado con una publicidad que superaba el producto que trataba de vender. Hasta se llegó a mencionar como un duro rival para Floyd Mayweather. Pero siendo realistas, Khan es un proyecto de gran boxeador por su talento, clase y espectáculo ofrecido en cada una de sus peleas.
Con independencia del resultado. No tiene una gran quijada, como demostró Breidis Prescott en un solo asalto o cerca estuvo Marcos Maidana, pero tampoco se amedrenta ni evita a duros rivales. Debe hacer hincapié en su velocidad y pegada, afinar sus virtudes. Es joven, tiene el don del boxeo y carisma. Un gran futuro. Es hora de que su equipo se gane su abultado sueldo.