¿Por qué el boxeo no interesa en España?

Paul Gibson, del prestigio diario británico The Guardian, dedicó un extenso e interesante artículo a la situación del boxeo español y al por qué no interesa al gran público. Además, en el texto se hace referencia a la web BOXEOTOTAL y también a uno de sus editores Álvaro Gómez.

El 13 de julio, comunican al peso pluma Marco McCullough, que peleará en el madrileño Hipódromo de la Zarzuela el día 24. Al día siguiente, el lugar fue cambiado. El día 16, otra vez fue movido. El día 19, se fija en el Palacio de Vistalegre. Finalmente, a sólo dos días del pesaje, y con la familia y amigos ya en Madrid, se cancela la velada. Ninguna razón oficial fue dada.

Con esta caótica sucesión de eventos inicia su exposición, Gibson. “Bienvenido al boxeo en España“, le dicen. No se comprende la apatía hacia el boxeo por parte de un país en que los diarios deportivos son lo más leído. “Las noticias sobre boxeo son casi tan poco comunes como un adolescente británico sobrio en Magaluf“, bromea.

Por qué esa falta de interés

• Uno de los argumentos es la falta de ganadores en una época en que otras disciplinas han brillado con luz propia. Aún así, la ausencia de éxitos de España en un deporte tan popular y universal como el boxeo es bastante llamativa. Sólo cuenta con 12 campeones mundiales en su historia. Lejos de intentar rectificar la situación, en 2013, la Federación Española de Boxeo anunció que se desvinculaba de todas las actividades relacionadas con el profesionalismo.

• La imagen es, sin duda, una parte importante del problema. Al boxeo se le considera más un acto ilegal o marginal, que una disciplina olímpica. En todos los países se ponen de relieve sus peligros, pero también se mencionan sus virtudes y efectos positivos. No así en España, donde una cosa está clara: el boxeo es el mal.

• La sombra de Francisco Franco sigue siendo también un factor relevante. Cuando los socialistas en la década de 1980, trataron de deshacerse de cualquier vestigio del régimen dictatorial, el boxeo se vio afectado. Se restringió en la televisión, prohibió la entrada a menores de 18 años y se estableció la edad mínima para disputar una pelea de aficionados en 15 años.

Se preguntó a Kiko Martínez, un hombre que de haber nacido en otro país sería mucho más reconocido, sobre el futuro del boxeo español. Trató de ser positivo, destacando sus logros, el impacto de Maravillabox o el gimnasio de Matthew Macklin en Marbella, como pasos en la dirección correcta.

Para concluir, el autor ve difícil prever un resurgir del boxeo mientras que la hegemonía del fútbol, que todo lo consume, no muestra señales de disminuir y el mundo ‘políticamente correcto’ sigue manifestándose en contra del viejo noble arte. “Espero estar equivocado, pero Kiko Martínez podría ser el último campeón del mundo español por un tiempo“.