Los 5 boxeadores más temidos

Por SkySports Nigel Benn - The Dark Destroyer‘ procedía de Ilford, al este de Londres, y es recordado como uno de los peso medio más emocionantes de la división. Fue campeón en el Ejército,donde sirvió en Alemania e Irlanda del Norte. Su récord de nocaut habla por sí mismo – no hay boxeador que en sus primeras 22 peleas, sólo llegara a dos asaltos en tres de ellas.
Michael Watson fue el hombre encargado de detener su marcha triunfal, pero se recuperaría más tarde para echar a un lado a Doug DeWitt en el 8º asalto, en abril de 1990, para hacerse con el título mundial de la OMB, defendiéndolo en un tremendo único asalto ante Iran Barkley, cuatro meses más tarde.
Aunque perdió esa corona frente a Chris Eubank a finales de ese mismo año, Benn se convertiría otra vez en campeón mundial, esta vez en supermediano, donde su pegada no mostró signos de disminución.
Sonny Liston 
Una de las presencias más melancólicas vistas sobre un cuadrilátero.Un fornido tipo de 1,85 cm, Liston había crecido principalmente en St Louis, Missouri, y reflexionaba sobre su dura infancia: “Lo único que mi padre me regaló fue una paliza“.
Liston descubrió el boxeo en la cárcel y tras ser liberado capturó el título Guantes de Oro de Chicago, en la categoría de peso pesado, antes de hacerse profesional en 1953. Inició un fulgurante ascenso mientras veía como muchos lo evitaban hasta que fue capaz de dar justificación a ese miedo tras destrozar en un asalto al campeón mundial Floyd Patterson, el 25 de septiembre 1962.
Liston repitió resultado en la revancha, confirmando su estatus como boxeador más temido del planeta. Y aunque Muhammad Ali le ganó en dos ocasiones, Liston tendría tiempo para noquear a otros 14 rivales antes de acabar su carrera en 1970.
Gennady Golovkin 
Algunos dicen que su radiante sonrisa le hace parecer un estudiante de intercambio incapaz de matar a una mosca. Lo que ocurre es que esa sonrisa se ve, generalmente, mientras su última víctima se desploma entre las cuerdas. Golovkin es un asesino sonriente.
Nadie parece poder detenerlo en este momento. David Lemieux es uno de los mejores boxeadores de la división de peso medio y conectó al kazajos varias veces, sin ningún efecto. Volvió a dar miedo por su pegada, pero aún más miedo por su precisión.
Aunque Golovkin es sin duda el nombre más grande de este deporte, y pelear contra él supone recibir un cheque importante, la cola de aspirantes no es muy grande y no hay necesidad de preguntarse por qué.
George Foreman
En los años que precedieron al posiblemente combate de boxeo más famoso de todos los tiempos – el Rumble in the Jungle – Foreman había construido una reputación como una máquina de noquear que tenía en sus manos un billete de ida a la dominación de peso pesado.
Después de ganar el oro en los Juegos Olímpicos de 1968, el colosal tejano hizo su debut profesional al año siguiente y procedió a liquidar a todos los que se cruzaban en su camino. Cuando se enfrentó a Muhammad Ali, el 29 de octubre de 1974, Foreman estaba invicto en 40 peleas y sólo tres hombres habían sido capaces de llegar a los puntos.
Un hombre de pocas palabras antes de caer en Zaire -el silencio lo hacía aún más amenazante- Foreman reconstruyó su carrera después de un año y medio fuera del deporte y, hasta la gesta de Hopkins, fue el campeón del mundo más viejo de la historia tras vencer a Michael Moorer en 1994, a la edad de 45 años.
Mike Tyson
Tal vez haya sido el boxeador más feroz que ha pasado por un ring. Sus problemas fuera del cuadrilátero han sido bien documentados, pero cuando estaba dentro era la personificación de la intimidación. Velocidad, ritmo y el pegada en abundancia: los ojos del joven Tyson iban a lo suyo y eran impresionantes.
El autoproclamado “Hombre más malo del planeta”, registró 12 KO en el 1º asalto en sus primeras 16 peleas profesionales, y el énfasis con el que se convirtió en el campeón mundial de peso pesado más joven de la historia a la edad de 20 años, en 1986 – abrumadora victoria sobre Trevor Berbick en dos asaltos- perdurará en la memoria.
A medida que su vida personal empezó a desmoronarse, James ‘Buster’ Douglas sorprendió al mundo al noquear a Tyson en el 10º, en 1990 – la primera derrota de Mike en su pelea número 38. Pero a pesar de perder ese aura de invencibilidad, todavía llegarían noches memorables. Algunas, por supuesto, fueron memorables pero por razones equivocadas, como puede confirmar Evander Holyfield.

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