La ingrata Inglaterra

Kiko Martínez
Kiko Martínez, camino del ring ante Josh Warrington
Dos de nuestros mejores boxeadores marchaban hacia tierras británicas para protagonizar complicados compromisos. Como si los hubiese fáciles a estos niveles. Pero las opciones de regresar con victoria no se sustentaban solo en ilusión y esperanza, como otras veces. Era muy realista pensar en una exitosa defensa europea de Ferino Rodríguez y en un triunfo contundente de Kiko Martínez. Pero lo que vimos fueron las dos formas más sufridas de perder.

Ferino dejó de ser campeón de Europa del peso wélter ante un duro Sam Eggington. El inglés llegaba con una racha de tres triunfos por la vía rápida, el último en marzo ante Paul Malignaggi. Con el apoyo de su gente y la convicción de estar muy próximo a disputar títulos mundiales, vencer al monarca canario era obligatorio. Dominó, mantuvo al técnico español a raya y, mano a mano, lo fue deteriorando.

Ferino no dio con la tecla. Su movilidad no fue sufienciente ante una atinada contra del de Birmingham. El susto vivido en su coronación europea, en aquél último asalto en el que casi fue noqueado por El Mousaoui -alguien que no destaca por su pegada-, hacía presagiar que, esta vez sí, el final se precipitaba. Dos manos de Eggington dejaron KO de pie a Ferino.

Otras dos, tan seguidas como innecesarias, mandaron al canario para casa. Los planes ingleses siguen su curso con mayor impulso. No fue la noche de Ferino. La calidad mostrada no dio para superar el empuje local. Toca recuperarse y aprender. Su camino todavía tiene muchos paisajes por contemplar. Sin ir muy lejos, hay rutas interesantes en casa. Alguna de ellas está señalizada en vasco.
Perder por KO siempre es duro. Así es este deporte. Pero hay otras vías que también pueden ser igual de lastimosas, si no más frustrantes. El invicto Josh Warrington quería usar el prestigio de Kiko Martínez como trampolín hacia la cima. El alicantino buscaba lo mismo, demostrando en un evento importante que sigue a nivel de campeón aunque no tenga cinturón. Y así lo hizo.

Con un estado de forma espectacular, manteniendo el mismo ritmo en todos los asaltos, Kiko fue inteligente. Presionó, trabajó el cuerpo de su rival y conectó las manos más duras del combate. Warrington capeaba el temporal con sus herramientas. Distancia, movilidad y las manos suficientes para animar al público y camelarse a los jueces. Fue un combate equilibrado en el que ninguno se llegó a imponer con rotundidad.

Y ya sabemos cómo suelen terminar este tipo de pleitos. Los jueces son más papistas que el papa y barren más para casa que el promotor de la velada. Les vino de cine que Kiko, pese a lucir como el más peligroso sobre el ring, no consiguiera derribar al púgil local. Un juez dio un digno empate. Los otros dos 116-112, puntuaciones “generosas” con Warrington. La historia de siempre.

Repugno el desidioso discurso del victimismo y el robo. Fue un combate igualado y el boxeo es un deporte de apreciación. Salvo KO que nos ilumine. Por lo que, siendo bien pensado, puedo entender que los jueces no viesen ganar a Kiko. Pero vistas algunas puntuaciones infladas, llega un momento en que pensar mal se hace inevitable. Una revancha -que nunca se hará- debería ser el próximo paso.

Santiago Rusiñol dijo que de todas las formas de engañar a los demás, la pose de seriedad es la que hace más estragos. Tras esos distinguidos organismos, promotoras y federaciones tan señoriales y vetustos que rápidamente pasan página a cada combate, se esconde un nulo interés por mejorar el deporte, su transparencia y honestidad. Acabar con ese estigma de “si peleas fuera, o noqueas, o te roban”, debería ser uno de sus objetivos primordiales.

Pero esta queja sobre las verdaderas prioridades de los que rigen el deporte es tan vieja como el propio boxeo. Tengo la sensación de que, así como encontramos este mundo, lo vamos a dejar. Pese a todo, Kiko ha mostrado una gran condición. El camino hacia su sueño de un segundo mundial debe seguir intacto. Ahora, ese propósito pasa por cumplir con su obligación como aspirante oficial al campeonato de Europa del peso pluma. Esperemos que la gallina de los huevos de oro no vuelva a ser desplumada.

   

1 Comentarios

  1. Buen blog maestro! Continua con el proyecto!
    Saludos desde Córdoba - Argentina

    ResponderEliminar
Artículo Anterior Artículo Siguiente