He aquí una figura inolvidable. Fue el primer español que conquistó un título europeo después de la guerra civil. Pasó por los cuadriláteros como un vendaval, derribando campeones a puñetazo limpio, a pecho descubierto. Congregó en torno suyo a millares aficionados. Levantó un remolino de pasión en las multitudes aficionadas al pugilismo. Hubo un tiempo, allá por los años 40, en que cada gancho de su famosa izquierda adquiría resonancias internacionales. Su nervio y su furia, su fuerza y su fama, se derramaron por el planeta del boxeo como lava ardiente de volcán. Fue campeón de España, fue campeón de Europa y pudo -y mereció- haber sido campeón del mundo.
Pero a Luis Romero le faltó el necesario apoyo sin él cual ningún boxeador, por grande que sea, tiene acceso a la disputa de un título universal. Manuel Ortiz le rehuyó durante su reinado, desoyendo las justas protestas de nuestro compatriota. Y solamente más tarde, cuando las espléndidas facultades físicas de Romero declinaban por el peso de los años, le fue permitido disputar a Vic Toweel, en Johannesburgo, la diadema mundial del peso gallo. Ya era demasiado tarde, pese a lo cual Romero se batió durante 15 asaltos con un característico juego de ataque, su guardia invertida y disparando ganchos como mazazos a un rival más joven, rápido y hábil de esgrima. Aquel combate, librado en la noche del 17 de noviembre de 1951, marcó el 'stop' de la carrera de Luis Romero a escala mundial.
Nacido en Arcila, pequeña localidad marroquí situada entre Tánger y Larache, el 5 de octubre de 1921, vive su infancia y juventud en Barcelona. A los 10 años de edad, huérfano de padre y madre, es internado en el asilo Toribio Durán, dónde permanece hasta el estallido de la guerra española y durante la cual ejerce varios humildes oficios. Concluinda la contienda, debuta como boxeador aficionado a finales de 1939. Sus combates se cuentan por victorias fulminantes. Cada vez que sube al ring se transfigura y su mente la ocupa un solo pensamiento: “derribar cuanto antes al adversario”. En 1941 se traslada a Tarrasa, y durante 4 años es adiestrado y dirigido por Juan Trenchs. Trabaja de peón de albañil, y, aquel mismo año de 1941 se presenta como profesional batiendo por abandono a Núñez.
Boxea en Terrassa y en Barcelona, y en 1943 totaliza ya la cifra de 20 victorias, la mayoría por KO, abandono e inferioridad: Beltrán, Castaño, García, Lasheras, Abdeltiz, González, Carrivell, Morales... El promotor barcelonés Ramón Robert 'descubre' las posibilidades que se ocultan en la recia estampa del joven pugilista de guardia invertida, le ofrece un contrato en exclusiva para actuar en el Gran Price, y el 26 de abril de 1944 conquista el título de campeón de Cataluña del peso gallo ganando a Soria. El 14 de febrero del siguiente año arrebata a Eusebio Librero la diadema nacional, vence a Testillanos, a 'Peter Kane', y el 13 de junio sufre su primera derrota en 37 combates profesionales: el valenciano Fortea le supera por puntos.
En abril de 1946, Romero pierde el título en Madrid, ante Eusebio Librero, pero lo recupera al mes siguiente en Barcelona. Derrota a Paoletti, a Bonetti, a Tamassa, a Mario Lutti y a Marty. En 1948 es el año de su consagración definitiva: gana los once primeros combates -Belardinelli, McKay, Bondavalli, Theo Medina...-, pero en diciembre es noqueado en diez 'rounds' por Luis de Santiago, el pugilista más científico y elegante de la posguerra. Reaparece al cabo de dos meses noqueando a Orsini, y el 10 de agosto de 1949 se proclama campeón de Europa del peso gallo en la Plaza Monumental de Barcelona, batiendo por KO a Guido Ferracin en siete asaltos.
Al año siguiente retiene el título en Londres, noquedando en trece periodos al campeón británico Ronnie Cleyton -25 de abril-, y vuelve a revalidarlo en Barcelona -22 de septiembre- ganar por puntos al francés Marcel Mathieu. El 20 de junio de 1951 derrota a otro aspirante, el italiano Álvaro Nuvoloni, por puntos, en Barcelona, pero el 5 de septiembre de escocés Peter Keenan le arrebata el cetro en Glasgow, superandole por puntos -a criterio del árbitro- en 15 asaltos dramáticos. Y, finalmente, el 17 de noviembre pierde, al limite, con Vic Toweel un combate para la corona mundial del peso gallo.
En la noche del 5 de febrero de 1958, Luis Romero sube por última vez a un ,ring' -el del circo de Price barcelonés-, y dice adiós a una multitud conmovida por la decadencia del viejo ídolo. Había combatido doscientas treinta veces, encajando poco más de una docena de derrotas. Había sido el “rey” de toda una época, el más agresivo y poderoso “puncheaur” de la posguerra.
Fue dueño de un restaurante llamado “El Ring” y situado en una calle próxima al circo de Price de Barcelona.
Pero a Luis Romero le faltó el necesario apoyo sin él cual ningún boxeador, por grande que sea, tiene acceso a la disputa de un título universal. Manuel Ortiz le rehuyó durante su reinado, desoyendo las justas protestas de nuestro compatriota. Y solamente más tarde, cuando las espléndidas facultades físicas de Romero declinaban por el peso de los años, le fue permitido disputar a Vic Toweel, en Johannesburgo, la diadema mundial del peso gallo. Ya era demasiado tarde, pese a lo cual Romero se batió durante 15 asaltos con un característico juego de ataque, su guardia invertida y disparando ganchos como mazazos a un rival más joven, rápido y hábil de esgrima. Aquel combate, librado en la noche del 17 de noviembre de 1951, marcó el 'stop' de la carrera de Luis Romero a escala mundial.
Nacido en Arcila, pequeña localidad marroquí situada entre Tánger y Larache, el 5 de octubre de 1921, vive su infancia y juventud en Barcelona. A los 10 años de edad, huérfano de padre y madre, es internado en el asilo Toribio Durán, dónde permanece hasta el estallido de la guerra española y durante la cual ejerce varios humildes oficios. Concluinda la contienda, debuta como boxeador aficionado a finales de 1939. Sus combates se cuentan por victorias fulminantes. Cada vez que sube al ring se transfigura y su mente la ocupa un solo pensamiento: “derribar cuanto antes al adversario”. En 1941 se traslada a Tarrasa, y durante 4 años es adiestrado y dirigido por Juan Trenchs. Trabaja de peón de albañil, y, aquel mismo año de 1941 se presenta como profesional batiendo por abandono a Núñez.
Boxea en Terrassa y en Barcelona, y en 1943 totaliza ya la cifra de 20 victorias, la mayoría por KO, abandono e inferioridad: Beltrán, Castaño, García, Lasheras, Abdeltiz, González, Carrivell, Morales... El promotor barcelonés Ramón Robert 'descubre' las posibilidades que se ocultan en la recia estampa del joven pugilista de guardia invertida, le ofrece un contrato en exclusiva para actuar en el Gran Price, y el 26 de abril de 1944 conquista el título de campeón de Cataluña del peso gallo ganando a Soria. El 14 de febrero del siguiente año arrebata a Eusebio Librero la diadema nacional, vence a Testillanos, a 'Peter Kane', y el 13 de junio sufre su primera derrota en 37 combates profesionales: el valenciano Fortea le supera por puntos.
En abril de 1946, Romero pierde el título en Madrid, ante Eusebio Librero, pero lo recupera al mes siguiente en Barcelona. Derrota a Paoletti, a Bonetti, a Tamassa, a Mario Lutti y a Marty. En 1948 es el año de su consagración definitiva: gana los once primeros combates -Belardinelli, McKay, Bondavalli, Theo Medina...-, pero en diciembre es noqueado en diez 'rounds' por Luis de Santiago, el pugilista más científico y elegante de la posguerra. Reaparece al cabo de dos meses noqueando a Orsini, y el 10 de agosto de 1949 se proclama campeón de Europa del peso gallo en la Plaza Monumental de Barcelona, batiendo por KO a Guido Ferracin en siete asaltos.
Al año siguiente retiene el título en Londres, noquedando en trece periodos al campeón británico Ronnie Cleyton -25 de abril-, y vuelve a revalidarlo en Barcelona -22 de septiembre- ganar por puntos al francés Marcel Mathieu. El 20 de junio de 1951 derrota a otro aspirante, el italiano Álvaro Nuvoloni, por puntos, en Barcelona, pero el 5 de septiembre de escocés Peter Keenan le arrebata el cetro en Glasgow, superandole por puntos -a criterio del árbitro- en 15 asaltos dramáticos. Y, finalmente, el 17 de noviembre pierde, al limite, con Vic Toweel un combate para la corona mundial del peso gallo.
En la noche del 5 de febrero de 1958, Luis Romero sube por última vez a un ,ring' -el del circo de Price barcelonés-, y dice adiós a una multitud conmovida por la decadencia del viejo ídolo. Había combatido doscientas treinta veces, encajando poco más de una docena de derrotas. Había sido el “rey” de toda una época, el más agresivo y poderoso “puncheaur” de la posguerra.
Fue dueño de un restaurante llamado “El Ring” y situado en una calle próxima al circo de Price de Barcelona.
(Texto: "El boxeo". 1965. Meyer&Girard. Plinto)
Luis Romero fue el primer campeón de Europa de la postguerra .
ResponderEliminarlastima que le diesen tan tarde la oportunidad de pelear de por el titulo de campeón del mundo tan tarde .
Gracias por recordar a Luis Romero .
ResponderEliminarSi Luis Romero hubiese sido boxeador en los años 60 y 70 habria sido campeón del mundo.
ResponderEliminarLuis Romero era un peso gallo que pegaba como un peso completo.
ResponderEliminarGRACIAS POR RECORDAR AL GRAN CAMPEÓN LUIS ROMERO.
ResponderEliminarLuis Romero era el idolo de mi abuelo.
ResponderEliminarLuis Romero era el ídolo de mi padre ,gracias por recordarlo.
ResponderEliminarLUIS ROMERO FUE UN GRANDE DEL PUGLISMO ESPAÑOL.
ResponderEliminarGracias por recordar a Luis Romero ,el primer boxeador español campeón de Europa de la postguerra.
ResponderEliminarGracias por escribir sobre Luis Romero un gran peso gallo.
ResponderEliminarME GUSTA QUE RECORDEIS A BOXEADORES ESPAÑOLES DE OTROS TIEMPOS.
ResponderEliminarAyer vi la película "YOUNG SANCHEZ "(1963) de MARIO CAMUS , donde Luis Romero hacia de si mismo y era entrenador del protagonista .
ResponderEliminarGracias por recordar a Luis Romero.
ResponderEliminarLuis Romero es un grande del boxeo español gracias por hablar de él.
ResponderEliminarGRACIAS POR RECORDAR A UN GRAN BOXEADOR ESPAÑOL COMO LUIS ROMERO .
ResponderEliminarMe alegra mucho que recordeis a Luis Romero.
ResponderEliminarGracias por este artículo de Luis Romero.
ResponderEliminarMuy buen artículo de Luis Romero.
ResponderEliminarGracias por recordar a Luis Romero.
ResponderEliminarGracias por recordar a Luis Romero .
ResponderEliminarMi abuelo Pepe me hablaba mucho de Luis Romero.
ResponderEliminarLuis Romero fue un gran campeón.
ResponderEliminarGracias por recordar a Luis Romero.
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