Corría el tercer asalto cuando Jorge Arce demandaba más agresividad a su rival, más cercanía, fajarse golpe a golpe. Como contestación Nonito Donaire lo liquidó con un bello gancho de izquierda marca de la casa, tal vez el mejor que se puede ver en el boxeo actual. Uno muy similar silenció al mundo cuando destruyó a Fernando Montiel el 19 de febrero del año pasado.
Previamente había derribado al ‘Travieso’ en dos ocasiones. La superioridad fue palpable durante todo el combate y el mexicano no fue capaz de encontrar la manera de rebasar la defensa y movilidad de Donaire. Pocos daban un duro por Arce pero en el boxeo todo puede pasar, además la reciente victoria de Márquez sobre Pacquiao recomendaba ser cautos con los favoritismos.
Pero es difícil que salte la sorpresa con el ‘Filipino Flash’. Cierto es que en sus últimas peleas había perdido cierta fogosidad, tenía menos frescura y no terminaba de liquidar sus combates ante rivales inferiores. Pero eso se debe a que un tipo de su nivel necesita grandes retos para motivarse. Así se lució con el japonés Toshiaki Nishioka y ahora continúa su buen estado con Arce.
Cuanto mayor es el reto, mejor es su actuación. En esos momentos se ve el material del que están hechos los peleadores. Este sábado pudo verse la diferencia entre un buen boxeador y una estrella, la desigualdad entre el corazón y la raza con la inteligencia y el talento. Jorge Arce termina aquí su fructífera carrera y lo hace a lo grande aunque parezca paradójico.
Como él mismo afirmó, perdió con el mejor. No hay más que hacer. ¿Para qué pelear con peores si no aspiras al título, no tienes hambre y las necesidades económicas están cubiertas más que bien? Es un acto de valentía y respeto así mismo y al deporte. Todo un ejemplo de profesional desde el principio hasta el final de su carrera. En la historia quedará como uno de los referentes mexicanos.
Donaire se encuentra en plenitud. Es el nuevo ‘mata mexicanos’ y el claro heredero al trono de Manny Pacquiao. Tiene 30 años, vive en California, habla inglés y se sabe vender. Las mejores peleas están por llegar y no hay mejor garantía de espectáculo que alguien que se crece ante la adversidad. Debe confirmar lo que la mayoría ve en él: una estrella que dejará una brillante estela en el tiempo.