Guillermo Rigondeaux tendrá la oportunidad de consagrarse como profesional ante Nonito Donaire este próximo sábado. Con tan sólo 11 combates, ha logrado firmar un encuentro ante una de las principales estrellas del boxeo mundial. Pero lo que tiene de precoz en su currículo lo tiene de tardío en edad. Con 31 años, es un tren que debe tomar. La mayor parte de su juventud fue dedicada al terreno amateur.
Y con gran éxito. Como buen cubano, los Juego Olímpicos son la máxima expresión que un deportista isleño puede alcanzar, para gloria personal y del régimen castrista. ‘El Chacal’ comenzó en el boxeo a los 15 años y tiene en sus puños cientos de combates como aficionado. Campeón en Sidney2000 y Atenas2004, en 2007 durante los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, desapareció de la concentración.
Rigondeaux y su compañero de equipo Erislandy Lara, entre otros, se esfumaron durante dos semanas. “El atleta cubano que abandona su delegación es como el soldado que abandona a sus compañeros en medio del combate”, llegó a decir Fidel Castro, afirmando que el dólar les había noqueado. ”No hizo falta conteo alguno de protección”, añadió. El Chacal explicó que en ningún caso desertó.
“Nos complicamos, comimos mucho y decidimos no volver porque no teníamos tiempo para hacer el peso al día siguiente. Nos dio miedo, era muy grave. Cuba nunca perdió una pelea en el pesaje”. Sea como sea, y superada una época llena de tensión e incertidumbre, hoy reside en Miami, donde ha ido forjando una meteórica carrera profesional manteniendo el buen hacer de su etapa olímpica.
Donaire lo desprecia como contrincante por su escasa experiencia en este negocio, clasificándolo por debajo de Fernando Montiel o Abner Mares, con quien el filipino tiene intención de enfrentarse antes de subir de división. Confianza no le falta. Pero estas palabras no han caído en saco roto para Rigondeaux, quien toma nota y pretende hacerle cobrar pertinente factura este fin de semana en Nueva York.
El tamaño será relevante en este choque. Donaire es más alto y con mayor alcance que su rival. Un dato curioso es que Guillermo ha derribado a todos sus oponentes profesionales. El cubano quiere darle una clase olímpica al campeón. “Veremos si soy tan sencillo como dice”, responde a los menosprecios. Y advierte: “Conmigo la rumba es diferente. No es lo mismo tocar con guitarra que con violín”.