En un verano de gran actividad en la división pesada, los boxeadores británicos están teniendo gran protagonismo. Al nuevo tropiezo sufrido por la promesa David Price, y el combate entre el gigante Tyson Fury y David Haye, se une alguien que no podía faltar en este sarao: Dereck Chisora. Este fin de semana tendrá que resolver la papeleta más importante de su carrera para saber qué lugar ocupa.
Chisora (16-4; 10 KO), inglés de 29 años nacido en Zimbawe, se enfrentará en el gran Wembley Arena al estadounidense Malik Scout (35-0-1; 12 KO), de 32 años. Para el de Philadelphia también será el combate más relevante y publicitado de su discreto e inmaculado historial. Duelo mortal de necesidad. El estadounidense buscará reconocimiento mientras que Chisora tratará de examinar su nivel real.
De ganar, una nueva oportunidad por el título mundial será posible. Sabemos cómo se vuelcan en las islas con los suyos. Chisora es un tipo que gusta por aquellos lares por su estilo agresivo y algo tabernero. Sabe calentar los combates y no suele defraudar. Sus palabras suelen resistir el viento, algo que sus formas no. Sancionado por su conducta dentro y fuera del ring, tratará de mostrar su cambio.
Scout calificaba a su próximo rival de ‘chalado’, toda una provocación a la que el viejo Chisora habría entrado cual toro desbocado. El nuevo no: “Se me puede llamar chiflado, o lo que quiera, pero, al fin y al cabo, estoy pagando sus facturas, porque él viene aquí para luchar contra este chiflado”. Resulta curioso su reciente estrenada sensatez: “Sin duda es un bocazas. No veo el momento de pelear con él y hacerlo callar”.
Y por su bien, lo mejor es que ese silencio llegue. Tiene 4 derrotas. Una de ellas ante el veterano campeón Vitali Klitschko donde, pese al revés, ofreció un encuentro animado, exigiendo a Vitali como hacía años no se veía. Pero las otras tres son ante Robert Helenius, David Haye y Tyson Fury. La conclusión es que no se encuentra al nivel de la primera división pesada. De perder este sábado, la condición de luchador ‘top’ le quedaría grande.
A fin de cuentas, lo que importa es el resultado. Debería replantearse sus objetivos en el boxeo profesional y tratar de hacer carrera en Europa o en alguno de los títulos típicos de Reino Unidos, desde los campeonatos domésticos a los de la Commonwealth. Pero, de salir triunfal, los focos mundiales volverían a iluminar a este ‘chalado’ con carisma y limitaciones técnicas, pero con la valentía y descaro del que otros carecen ante las grandes metas.