En busca del fulgor perdido tras ser arrasado por el ciclón cubano Rigondeaux, Nonito Donaire regresa este sábado ante un viejo conocido. Buscando reencontrarse a sí mismo en las 126 libras y volver a la senda que nunca debió abandonar, se jugará con Vic Darchinyan una mano a todo o nada. Será otro caso de estrella en declive o héroe renacido.
El pasado 13 de marzo, ‘Filipino Flash’ fue arrollado de forma inverosímil dejando a la vista sus vergüenzas y sin ninguna excusa que aliviase las heridas. “Choqué contra una pared. No supe reaccionar. Era como si caminara sin rumbo. Es hora de mejorar, de corregir errores”. Y como lo mejor cuando te pierdes es desandar lo andado, qué mejor referencia que Darchinyan.
Ante el armenio, entonces invicto, consiguió su primer título mundial. De ello hace 6 largos años. Aquel verano de 2007 fue el momento en que el filipino alcanzó otra dimensión y estatus dentro del boxeo. Trece victorias más llegaron para alimentar su imagen, ego y cartera. Hasta la pelea 14ª. Ahí cambió todo y la inseguridad, hasta entonces inédita, entró en escena.
Lidiar con la derrota nunca es fácil para el que no la ve venir. “Con ella he aprendido a saber quién soy y lo que quiero, he visto el camino que quiero tomar en la vida, ya sea en el boxeo o como padre. La derrota fue una bendición que Dios me trajo para conocerme”. Como no hay mal que por bien no venga, Nonito parece un nuevo Donaire, o eso trata de vender.
Asuntos personales, distracciones, entrenamientos más distendidos de lo recomendado… numerosas eran las fugas que ahora quiere remendar. Con Darchinyan, de 37 años y en busca de alguna oportunidad mundialista agazapada, parece el rival oportuno para mostrar su buen hacer con las reparaciones. Conserva cierto prestigio, tiene nombre y se juega su ser o no ser como boxeador.
Lo ideal sería una victoria clara y contundente que permita hacer el ruido necesario que se presume debe seguir a un relámpago de su calibre. Un triunfo que lo acerque a nombres como Orlando Salido, Jhonny González o el propio Rigondeaux. “Quiero enfrentar a los mejores y esos nombres tienen todo para dar un gran combate, ojalá se pueda concretar”. En tus manos está.