Poco ruido y muchas nueces

Fin de semana con mucha actividad de primer nivel para los nuestros, con combates decisivos para el devenir de sus carreras. El viernes, Jon Fernández volvió a brillar para hacerse con el campeonato plata del Consejo Mundial de Boxeo, con la televisión vasca emitiendo la contienda. Un día después, Gol TV fue testigo del frustrado y vigoroso asalto de Sandor Martín al campeonato de Europa superligero. Al mismo tiempo, Abigail Medina defendía su cetro europeo supergallo.

El campeón exponía, sin televisión en directo y apenas publicidad, su corona en Inglaterra. Este tipo de combates en territorio hostil suelen terminar con un cambio en el trono. El equipo del aspirante gana la subasta, prepara la fiesta y celebra con la afición local su nuevo campeón. Pero esta fue una de esas, no tan frecuentes, ocasiones en las que los planes no salen bien al avispado anfitrión.

Así, sin mucho ruido, nos encontramos a un Abigail dispuesto a repetir la misma y exitosa ruta que ya conocía. Conquistar en casa, consolidar fuera. El apodado 'Bebe' se proclamó en 2014 campeón de la Unión Europea en L'Hospitalet de Llobregat, venciendo por KO a Daniele Limone; después tocó defender en Italia, donde Emiliano Salvini le duraría 6 asaltos.

El siguiente paso fue el campeonato de Europa. Palabras mayores. Alcanzó la cima del boxeo continental en Canarias, superando en una disputada pelea a Jeremy Parodi. Resultado que algunos tildaron de casero. Rey por un día que no resisitiría otra prueba seria. La portuaria Hartlepool sería el húmedo escenario en el que poner punto final a esta aventura europea. Pero ha quedado en un maravilloso punto y seguido.

Medina liquidó por KO a Martin Ward. El sueño duró dos asaltos a los ingleses, si bien en el primero todo quedaría listo para sentencia. Una mano formidable en los segundos finales quebraron a Ward casi definitivamente. El duro púgil local resisitió y habría de ser derribado en varias ocasiones para convencerse de que esa no sería su noche. Era la de Medina.

Porque esta pelea fue la más larga de su carrera. Un combate retrasado varias veces y que supuso los tres meses más duros de preparación de su carrera. Todo ese trabajo le dio la confianza suficiente para saberse favorito. Y así, tras 10 años en el boxeo, con 12 combates amateur y el doble como profesional, el humilde y alegre Medina ya ha sido dos veces campeón de la Unión Europea y otras tantas de Europa.

“Viene el mazo”, advirtió a los británicos. Un mazo cuyo último estruendo ha resonado aún sin televisión, la cual se ha perdido la lección dada por este campeón de Europa de origen dominicano y aficando en Barcelona, que celebró con las banderas catalana y española su gran alegría. Promete no ser la última.

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