Carlos Flix, el matemático del cuadrilátero

A este pugilista, eminentemente cerebral, frío y calculador, le llama Juan Casanovas “El matemático del cuadrilátero”. Certera calificación expresiva de las características de un hombre que, si en su actividad privada fue pintor de brocha gorda, en el boxeo llego a ser un artista insuperable.

Carlos Flix nació el 29 de junio de 1907 en Barcelona donde, a la edad de 29 años -20 de diciembre de 1928- arrebata a Manuel González, por puntos el título español del peso gallo, después de haber obtenido una serie de triunfos consecutivos ante Ortiz, DThavant y otros destacados pugilistas.

En 1929 derrotó a los franceses Morrachini, Hervis y Biron, y el 25 de septiembre conquista el campeonato europeo de los gallos, batiendo por puntos al italiano Domenico Bernasconi en el coso francés de Las Arenas. En este combate, Carlos Flix dejó a un lado su clásica frialdad, saliendo disparado de su esquina desde el primer tañido the gong, para arrollar al adversario y someterle a una despiadada lluvia de impactos precisos y eficaces.

Una magnífica actuación de un “as” de la esgrima, que el 4 de junio del siguiente año revalida su cetro frente al belga Nicolás Petit-Biquet. Esta pelea, que se celebra también en Las Arenas, es deficiente, y, aunque consigue superar en la puntuación a su rival, el público resulta decepcionado por la aparente desgana, la imprecisión y el desuso de la mano izquierda de su ídolo.

Flix pierde el título europeo el 20 de septiembre de 1931, en Bucarest, donde el rumano Lucien Popescu le aventaja por puntos, a fuerza de coraje y agresividad, que contrastan con la esgrima sobria, inteligente y armoniosa del español.

En 1932, Carlos Flix retiene la corona nacional haciendo nulo, en Barcelona, con “Fillo” Echevarría. Tres meses después intenta reconquistar el centro europeo frente al nuevo campeón, Nicolás Petit-Biquet: el combate lo sostienen el 7 de diciembre, en Bruselas, y el púgil belga se impone por velocidad, precisión y ataque, alzándose con una justa victoria por puntos.

Carlos Flix sufre una nueva derrota al año siguiente, en Valencia, dejando en manos de Baltasar Sangchili el título nacional. No obstante, la EBU le ofrece una nueva oportunidad en 1935, y el 22 de enero vuelve a intentar destronar a Nicolás Petit-Biquet, repitiéndose, en Amberes, el resultado de su anterior encuentro en Bruselas.

El “Matemático del cuadrilátero” falleció en Barcelona en febrero de 1939.



(Texto: "El boxeo". 1965. Meyer&Girard. Plinto)

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