El largo adiós

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Cuando dedicas tu vida y esfuerzos a una actividad que te satisface y reporta importantes éxitos profesionales, qué difícil se hace el momento del cese. De sobra es conocida la poca credibilidad de los boxeadores cuando mencionan la palabra ‘retiro’. Pocos son los que dan el paso reflexivamente y mantienen su decisión por los siglos, protegido de sugestiones o necesidades económicas.

Con todo, la seducción de un retorno es tan tentadora como la recaída en una persona exadicta a alguna sustancia poco saludable. Y es que son tantas las emociones y estímulos vividos a lo largo de una carrera deportiva que es muy difícil deshabituarse de ese estilo de vida. Cuando la edad impide cualquier regreso a la más alta competición profesional, otras alternativas permiten relamer lo que un día fue.

Ese sucedáneo, que también tiene cierto éxito entre los aficionados, son los combates de exhibición, normalmente enmarcados en campañas de recaudación de fondos destinados a causas benéficas, permiten una dosis de entretenimiento y nostalgia que disfrutan por igual sus veteranos protagonistas y un público que creció con ellos mientras los acompañaban en sus andanzas deportivas a lo largo de los años.

Tal es el ejemplo reciente de Julio César Chávez y ‘El Travieso’ Arce, que ya han firmado dos multitudinarios encuentros, y ya saben que no hay dos sin tres. Hablando de cerrar una trilogía se encuentran Mike Tyson y Evander Holyfield, ninguno ha mencionado al otro, pero casualmente ambos se encuentran afinando su tono físico en el gimnasio de cara a algún posible combate de exhibición… El que quiera entender que entienda.

En España nos toca más de cerca el revuelo suscitado por el retorno de Sergio ‘Maravilla’ Martínez, quien lanzó el guante a uno de los más destacados boxeadores en activo de este país Kerman Lejarraga, pero que en su natal Argentina se encuentra en intercambio de pareceres con ‘El Chino’ Maidana, también en el retiro y con ganas de una tarde de acción sin mayores pretensiones.

El poder revivir las sensaciones de aquellas noches bajo los focos, pero descafeinadas de preocupaciones. ‘Maravilla’ confirmaba que solo quería boxear “sin pensar en lo que pueda ganar o no en lo que a dinero respecta. Sin la presión que otrora sentí por ir contrarreloj queriendo enfrentar a los mejores y ser una y otra vez campeón. Solo quiero ganar, dar espectáculo y sobre todas las cosas, disfrutar la situación y el presente”. Dice la escritora Moira Rogers que “las dos cosas más difíciles de decir son el primer hola y el último adiós”. Y en el boxeo, más.

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