Con el mundo patas arriba a costa del coronavirus, la actividad económica se resiente por el parón obligado y son muchos los que ya piensan en cómo recuperar el tiempo y dinero perdidos. El boxeo se encuentra, además, con que su actividad no podrá retomarse en las mismas condiciones que antes, con una de sus principales fuentes de ingresos fuertemente limitada. Las trabas para congregar aficionados y lograr una buena taquilla son insuperables a día de hoy.
El renombrado ‘distanciamiento social’ obligará a buscar otras alternativas para que el público pueda seguir viendo un producto que no podría existir sin su apoyo. Las grandes promotoras internacionales harán valer sus acuerdos con canales de TV y generar ingresos vía PPV, pero en España eso es irrealizable. Sin televisiones que apoyen, la única opción es el cuerpo presente de toda la vida.
Ante este panorama, el promotor Néstor Domínguez disertaba sobre el deber de reinventarse con paciencia e ingenio, proponiendo, por ejemplo, la organización de competiciones al aire libre, máxime con la llegada de la temporada estival. Esta idea también fue presentada por Eddie Hearn, quien planea realizar espectáculos transmitidos por Sky Sports y DAZN desde el jardín de su mansión familiar.
El propio Hearn prevé cambios necesarios para la supervivencia del boxeo, y no solo a causa del virus chino: "Ya no podemos permitirnos hacer peleas de rodaje por la competencia que hay. No sólo con otras promotoras de boxeo, sino también con otros deportes (UFC). Tenemos que volver con un programa que les guste a los aficionados. Ya no podemos permitirnos peleas flojas".
‘Maravilla’ afirma que hay buen nivel de boxeadores, pero el entorno del boxeo no se ha actualizado. “Las veladas se siguen manejando igual que en los años 60 o 70”, se lamentaba el argentino, quien anima a investigar y aprender sobre cómo se ha posicionado con firmeza UFC en el ámbito internacional. Así pues, el coronavirus parece no ser la única inquietud.
Este virus ha sido la gota que colmó el vaso, pero no debe ocultar años de decadencia y apatía, malas decisiones, exceso de organismos y falta de respeto a los aficionados, que ha dado con una, cada vez mayor, pérdida de trascendencia del boxeo. Se vincula a Henry Ford la máxima: “las crisis, cuando ocurren, tienen al menos la ventaja de que nos obligan a pensar”. Parece buen momento para devanarse los sesos.
El renombrado ‘distanciamiento social’ obligará a buscar otras alternativas para que el público pueda seguir viendo un producto que no podría existir sin su apoyo. Las grandes promotoras internacionales harán valer sus acuerdos con canales de TV y generar ingresos vía PPV, pero en España eso es irrealizable. Sin televisiones que apoyen, la única opción es el cuerpo presente de toda la vida.
Ante este panorama, el promotor Néstor Domínguez disertaba sobre el deber de reinventarse con paciencia e ingenio, proponiendo, por ejemplo, la organización de competiciones al aire libre, máxime con la llegada de la temporada estival. Esta idea también fue presentada por Eddie Hearn, quien planea realizar espectáculos transmitidos por Sky Sports y DAZN desde el jardín de su mansión familiar.
El propio Hearn prevé cambios necesarios para la supervivencia del boxeo, y no solo a causa del virus chino: "Ya no podemos permitirnos hacer peleas de rodaje por la competencia que hay. No sólo con otras promotoras de boxeo, sino también con otros deportes (UFC). Tenemos que volver con un programa que les guste a los aficionados. Ya no podemos permitirnos peleas flojas".
Ya no podemos permitirnos hacer peleas de rodaje"Si solo ofrecemos un contenido de bajo nivel y peleas de mala calidad, nos hará más daño a largo plazo contra los deportes más grandes", sentenció el inglés. Similares llamadas al cambio también las hemos escuchado en español, en boca de Sergio Martínez, quien asegura que el boxeo debería aprender de la estrategia de UFC para no perder relevancia.
‘Maravilla’ afirma que hay buen nivel de boxeadores, pero el entorno del boxeo no se ha actualizado. “Las veladas se siguen manejando igual que en los años 60 o 70”, se lamentaba el argentino, quien anima a investigar y aprender sobre cómo se ha posicionado con firmeza UFC en el ámbito internacional. Así pues, el coronavirus parece no ser la única inquietud.
Este virus ha sido la gota que colmó el vaso, pero no debe ocultar años de decadencia y apatía, malas decisiones, exceso de organismos y falta de respeto a los aficionados, que ha dado con una, cada vez mayor, pérdida de trascendencia del boxeo. Se vincula a Henry Ford la máxima: “las crisis, cuando ocurren, tienen al menos la ventaja de que nos obligan a pensar”. Parece buen momento para devanarse los sesos.