Esta última semana ha sido realmente intensa para algunos gimnasios. Todo se estaba preparando para la esperada reapertura del lunes. Días cargados de trabajo, planificación e ilusión. El sábado se ultiman detalles. El domingo se hecha un último vistazo para que nada falte. Socios avisados, cita previa, franjas horarias, distancia de seguridad, desinfectantes... Esa misma tarde, el ministro de Sanidad comenta en rueda de prensa que sería mejor abrir los gimnasios en la Fase 3, a partir del 8 de junio. 'Buenas noche clientes, que mañana no abrimos'.
Ante la duda -y mideo a multa-, lunes cerrado, mascullando la mala suerte y la confusa comunicación de los gestores de esta crisis. No obstante, el ministro recordó que se "podrán abrir en esta Fase 2, pero con las debidas garantías sanitarias". Entonces, ¿sí o no? No ha salido nada publicado en el BOE que lo impida, entonces, ¿sí o no?¿A qué vino hablar de "mejor en Fase 3"? Resumen: tras perder el lunes, se abre el martes. 'Buenas noches clientes, que mañana sí abrimos'.
Sí, pero no. No, pero sí. La inseguridad jurídica mostrada por el legislador genera demasiadas dudas y temores en un sector que está con el agua al cuello. La reactivación de este sector es fundamental para la economía de un país que tiene más de 4.000 instalaciones deportivas privadas, con 5,5 millones de usuarios y una facturación anual de 2.000 millones. En próximas fechas veremos las secuelas que deja este parón obligatorio.
En lo referente a la enseñanza del boxeo, con limitaciones aún más duras, ¿cómo le afectará esta situación? Este deporte se encontraba en franco ascenso en número de practicantes y boxeadores. En lo deportivo, la pausa inevitable ha supuesto un parón en la formación y entrenamiento de muchas personas, así como la pérdida de nivel competitivo al no existir velada alguna. En lo económico no hace falta ser Lars Peter Hansen para imaginarse la previsible merma.
Alberto Díaz de la Prida, presidente de la Federación de Boxeo de la Comunidad Valenciana, era contundente: “Afrontamos un año difícil y los próximos también lo van a ser. (...) Lo que realmente tiene que primar es la supervivencia de los clubes y de los gimnasios. Lo están pasando mal y hay que ver si la gente vuelve y les apoya. Nos ha pillado en un momento de crecimiento y nos va a hacer daño”.
“Muchos responsables, aunque no era económicamente rentable, en estas fases han seguido dando servicio para mantener viva la llama y recordar que el gimnasio sigue ahí", recordaba Alberto. "Y espero que sea recíproco y que la gente recuerde y no se olviden de los gimnasios y de los clubes”.
Ante la duda -y mideo a multa-, lunes cerrado, mascullando la mala suerte y la confusa comunicación de los gestores de esta crisis. No obstante, el ministro recordó que se "podrán abrir en esta Fase 2, pero con las debidas garantías sanitarias". Entonces, ¿sí o no? No ha salido nada publicado en el BOE que lo impida, entonces, ¿sí o no?¿A qué vino hablar de "mejor en Fase 3"? Resumen: tras perder el lunes, se abre el martes. 'Buenas noches clientes, que mañana sí abrimos'.
Sí, pero no. No, pero sí. La inseguridad jurídica mostrada por el legislador genera demasiadas dudas y temores en un sector que está con el agua al cuello. La reactivación de este sector es fundamental para la economía de un país que tiene más de 4.000 instalaciones deportivas privadas, con 5,5 millones de usuarios y una facturación anual de 2.000 millones. En próximas fechas veremos las secuelas que deja este parón obligatorio.
Afrontamos un año difícil y los próximos también lo van a serAlgunos gimnasios han tenido que ingeniárselas para ir sobreviviendo, como es la opción del alquiler de su material deportivo. La apertura viene acompañada de limitaciones que desde la Unión de Federaciones de Deportes de Combate esperan que sean mejoradas. Se solicitó al Consejo Superior de Deportes subir de 30 a 50% el aforo máximo de las instalaciones deportivas cubiertas durante la Fase 2, para facilitar la viabilidad económica.
En lo referente a la enseñanza del boxeo, con limitaciones aún más duras, ¿cómo le afectará esta situación? Este deporte se encontraba en franco ascenso en número de practicantes y boxeadores. En lo deportivo, la pausa inevitable ha supuesto un parón en la formación y entrenamiento de muchas personas, así como la pérdida de nivel competitivo al no existir velada alguna. En lo económico no hace falta ser Lars Peter Hansen para imaginarse la previsible merma.
Alberto Díaz de la Prida, presidente de la Federación de Boxeo de la Comunidad Valenciana, era contundente: “Afrontamos un año difícil y los próximos también lo van a ser. (...) Lo que realmente tiene que primar es la supervivencia de los clubes y de los gimnasios. Lo están pasando mal y hay que ver si la gente vuelve y les apoya. Nos ha pillado en un momento de crecimiento y nos va a hacer daño”.
No dejemos que esta llama se apagueEl boxeo es un deporte caracterizado por el esfuerzo, el sacrificio y la superación personal, y esta vez será momento de demostrar esas cualidades fuera de los cuadriláteros. Esta actividad y los gimnasios que la imparten necesitan atinar con sus medidas y contar con el apoyo de sus usuarios.
“Muchos responsables, aunque no era económicamente rentable, en estas fases han seguido dando servicio para mantener viva la llama y recordar que el gimnasio sigue ahí", recordaba Alberto. "Y espero que sea recíproco y que la gente recuerde y no se olviden de los gimnasios y de los clubes”.
En España siempre hay fanáticos en atacar y exterminar con el boxeo pero nunca lo van a conseguir por mucho que quieran .
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