Un gran boxeador que perdió más combates de los que le correspondían es Roberto Durán. Este es quizás el mayor golpe en su gran legado y si haces las cuentas, perdió aproximadamente el 13% de sus combates de boxeo profesional.
Esto es bastante alto para un miembro del Salón de la Fama y, sobre el papel, tiene cómodamente el peor récord de los llamados Cuatro reyes, junto a Sugar Ray Leonard, Marvin Hagler y Thomas Hearns.
Tal vez su derrota más notoria e inexcusable se produjo en la revancha contra Ray Leonard, donde básicamente se rindió en el octavo asalto, después de que Leonard lo frustrara. Esta derrota en 1980 también marcó un punto de inflexión en su carrera y fue el comienzo de una mala década para "mano de piedra" - sólo había perdido una vez en 73 combates profesionales antes de la derrota del "No más" ante Leonard.
En los años 80, sufriría más derrotas ignominiosas ante nombres tan desconocidos como Kirkland Lang y Robbie Sims. Ciertamente, si uno empezó a ver boxeo por primera vez en los 80 y no sabía nada de sus legendarias hazañas de los 70, se quedaría rascándose la cabeza confundido. ¿Es este tipo realmente un grande?
Si a esto le añadimos su ya infame aniquilación en 2 asaltos a manos de "el Sicario" Thomas Hearns, algunos críticos duros incluso sugerirían que este tipo parecía un vagabundo en los 80.
Los años 90 también fueron un coto de caza sombrío para Durán, pero durante esta década al menos tuvo la excusa del Padre Tiempo. Pero una vez más, sufrió algunas derrotas bastante publicitadas y de alto perfil ante Héctor Camacho y Vinnie Pazienza, ambos hombres naturalmente más grandes.
A fin de cuentas, siempre es mejor juzgar a los boxeadores durante sus mejores años, y en su apogeo de los 70, en su peso óptimo (140 libras), Durán era casi imbatible.
En los años 80, sufriría más derrotas ignominiosas ante nombres tan desconocidos como Kirkland Lang y Robbie Sims. Ciertamente, si uno empezó a ver boxeo por primera vez en los 80 y no sabía nada de sus legendarias hazañas de los 70, se quedaría rascándose la cabeza confundido. ¿Es este tipo realmente un grande?
Si a esto le añadimos su ya infame aniquilación en 2 asaltos a manos de "el Sicario" Thomas Hearns, algunos críticos duros incluso sugerirían que este tipo parecía un vagabundo en los 80.
Los años 90 también fueron un coto de caza sombrío para Durán, pero durante esta década al menos tuvo la excusa del Padre Tiempo. Pero una vez más, sufrió algunas derrotas bastante publicitadas y de alto perfil ante Héctor Camacho y Vinnie Pazienza, ambos hombres naturalmente más grandes.
A fin de cuentas, siempre es mejor juzgar a los boxeadores durante sus mejores años, y en su apogeo de los 70, en su peso óptimo (140 libras), Durán era casi imbatible.
Jawed Akrim