Si preguntamos por algún Junior en el Boxeo seguramente a la mayoría nos vendrá a la cabeza el hijo de Julio César Chávez, quien comparte espacio en casa con su hermano Omar, también boxeador. Hay más sagas que tratan de perpetuar su apellido entre las 16 cuerdas, como Jorge Páez Jr. o Wilfredo Vázquez Jr, que este fin de semana combatió en su Puerto Rico natal.
Hijo del excampeón de boxeo en tres divisiones diferentes Wilfredo Vázquez, comparte con Chávez Jr su inexperiencia en el campo amateur (a diferencia del hijo de ‘Maromerito’ Páez que tiene varios títulos en esa categoría), y tratan de hacerse un espacio lo suficientemente amplio para que no les cubra demasiado la sombra de sus padres. Tarea difícil para estas segundas generaciones.
Debutó en el profesionalismo con 22 años, a diferencia de los 17 con los que lo hizo Chávez Jr. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en Florida, se hizo con el campeonato mundial supergallo a los 25 años y se enfrentó a figuras como Jorge Arce, con quien perdió el cinturón, o Nonito Donaire, ante el que salió derrotado por decisión dividida. Poco a poco se hace camino.
Ahora trata de recuperar el trono y algunos ya empiezan a tomarlo en serio. Sospechosas lesiones excusaron en diferentes ocasiones al veterano Rafael Márquez de verse las caras con Wilfredo, no obstante sí que se las verá con Cristian Mijares el 27 de octubre. Jonathan Oquendo fue el sustituto que puso en aprietos al hijo de ‘El Orgullo de Puerto Rico’, aunque muchos no daban nada por él.
Quizá sorprendido por la velocidad y buen hacer de su rival, Wilfredo tardó en entrar en el combate. Perdió los primeros asaltos e, incluso, el árbitro no contabilizó una acción en la que tocó con su guante el suelo. Pero ahí quedó la cosa. Desde entonces aceleró sus acciones y logró anotarse una clara victoria antes del límite, en el 7º. Con ello, sus esperanzas de una pelea grande aumentan.
Se habla de enfrentarlo a otro ídolo borinqueño como Juanma López. Ya veremos. Lo cierto es que en su boxeo se aprecia una notoria mejoría, tiene pegada e inteligencia, no rehúye a los rivales y está donde sus posibilidades le alcanzan. Ser hijo ‘de’ tiene sus cosas positivas, pero también supone una carga extra que soportar. Wilfredo seguirá su propio camino, sin más ventaja que su propio talento.
Quizá sorprendido por la velocidad y buen hacer de su rival, Wilfredo tardó en entrar en el combate. Perdió los primeros asaltos e, incluso, el árbitro no contabilizó una acción en la que tocó con su guante el suelo. Pero ahí quedó la cosa. Desde entonces aceleró sus acciones y logró anotarse una clara victoria antes del límite, en el 7º. Con ello, sus esperanzas de una pelea grande aumentan.
Se habla de enfrentarlo a otro ídolo borinqueño como Juanma López. Ya veremos. Lo cierto es que en su boxeo se aprecia una notoria mejoría, tiene pegada e inteligencia, no rehúye a los rivales y está donde sus posibilidades le alcanzan. Ser hijo ‘de’ tiene sus cosas positivas, pero también supone una carga extra que soportar. Wilfredo seguirá su propio camino, sin más ventaja que su propio talento.