Podemos ir cerrando señores. Brandon Ríos y Mike Alvarado protagonizaron este pasado fin de semana la que será, salvo novedad, la pelea del año 2012. Brutal. Salieron sin complejos a darse con todo, sin especular, a dejar claro quien deseaba con más ímpetu la victoria. Una guerra sin cuartel que mostró lo intenso y agónico que puede llegar a ser el Boxeo. Fue uno de esos combates que crean afición.
Duelo de invictos que prometía intensidad, pero ya sabemos que, a veces, lo previsto no se corresponde con lo que luego ocurre. Pero en este caso toda profecía fue cierta. Ríos, que venía de incumplir con la báscula en sus últimos encuentros, recuperó su reputación con este triunfo ante un Alvarado que llegaba curtido de duras batallas, obteniendo en todas ellas la victoria.
El primer asalto fue una muestra de lo que nos esperaba, una noche llena de entusiasmo que prometía concluir antes del tiempo reglamentario. Cuando el fuego brilla con tal intensidad suele consumirse primero. Los intercambios eran una constante y el poder de asimilación sorprendente. Alvarado, más boxeador, trataba de ayudarse de su movilidad para colocar mejores golpes y tomar ventaja a los puntos.
Ambos mostraban satisfacción al ser conscientes del espectáculo que estaban ofreciendo, sobretodo un sonriente Ríos que buscaba llevar la pelea hacia su territorio, la corta distancia. Peleador más limitado y unidireccional, siempre al frente y presión asfixiante, trataba de combatir cabeza con cabeza, consciente de su superioridad en ese ámbito. El final se acercaba y el KO llamaba a la puerta.
La derecha de Ríos lo invitó a pasar. A su poder de asimilación, digno de estudio, se une el ladrillo que esconde en su puño. Con una volea de derecha, similar al golpe de izquierda que dio el KO del año 2010 a ‘Maravilla’ Martínez ante Paul Williams, quebró la resistencia de Alvarado al terminar el 6º asalto. En el 7º, repitió golpe y lo dejó listo para sentencia. El árbitro dio por concluido el castigo.
Brandon Ríos alza la voz y recuerda que es uno de los mejores de la división, con su estilo fajador y duro, es de los boxeadores más incómodos de enfrentar. Por su parte, Mike Alvarado no supo domar a la bestia ni sacar partido de su jab y mejor dominio de la posición. Es posible que ambos tengan un nuevo encuentro. Si es como este, pueden estar seguros de que no habrá dos sin tres.