'El silencio del héroe', de Gay Talese

El silencio del héroe Gay Talese
Por Marcos Vilaseca.Si son ustedes seguidores de esta sección es posible que les suene el nombre de Gay Talese (Ocean City, 1932), les hablé de él a propósito de la novela El Profesional de W. C. Heinz. Talese es considerado por muchos como el padre del nuevo periodismo, ya saben, aquella corriente que surgió a principios de los 60 en EE.UU. caracterizada por aplicar técnicas y recursos literarios a los artículos de prensa. Talese empezó a escribir crónicas deportivas cuando todavía era un estudiante de instituto en su ciudad natal, siguió haciéndolo mientras cursaba periodismo en la Universidad de Alabama y se dedicó a ello profesionalmente cuando ingresó en el diario The New York Times. Desde el principio tuvo claro que lo suyo no eran las novedades, las portadas ni las noticias de última hora, a Talese siempre le atrajeron más las historias en las que nadie se fijaba, los personajes secundarios y las pequeñas curiosidades que los deslumbrantes flashes de las fotografías de primera plana no dejaban ver. Así lo explica Michael Rosenwald en una breve introducción: “evitaba encargos que pudieran acabar en primera página, donde sabía que la noticia era más importante que el relato. Talese quería construir sus propias historias, escribir relatos que fueran verdaderos acerca de personajes desconocidos e ignorados por la prensa y por los grandes escritores de no ficción del momento.”
El silencio del héroe recoge una selección de artículos escritos por Talese a lo largo de toda su carrera, publicados en diversos periódicos y revistas. De acuerdo, lo reconozco, esta semana he hecho un poco de trampa: los artículos no tratan sólo de boxeo. De hecho, de las treinta y nueve crónicas que incluye el volumen, sólo diecisiete (casi la mitad) tienen que ver con el noble arte, el resto hablan de baloncesto, de fútbol americano, de béisbol, de golf, de patinaje sobre hielo… Aun así, siguen siendo muy interesantes y altamente recomendables para cualquiera que le interesen los deportes.
Los escritos dedicados al boxeo tienen muy diversos enfoques, desde el retrato del árbitroRuby Goldstein —que evitaba cualquier tipo de relación con la gente del mundillo para mantener su estricta imparcialidad— en El tipo más solitario del boxeo, hasta un breve comentario sobre el boxeador siciliano Martin Sinatra —padre del famoso cantante, que se cambió el nombre a “Marty O’Brien” para evitar prejuicios— en El hijo del púgil, pasando por una curiosa entrevista con Walter H. Jacobs, un dentista ex peso ligero amateur encargado de fabricar el protector bucal de muchos campeones de la época en Un dentista que saca pasta del boxeo.
Especialmente destacables son los artículos sobre el puertorriqueño José Torres (Retrato de un joven púgil), el mánager Cus D’Amato, uno de los nombres más importantes del boxeo norteamericano de los últimos cincuenta años (Un hombre receloso en el rincón del campeón) y el viejo campeón Joe Louis, ya retirado, casado por tercera vez y entusiasta del golf (Joe Louis: el rey en la mediana edad).
Sin embargo, el boxeador del que más se ocupa Talese, al que más siguió y mejor conoció, es sin duda Floyd Patterson. Toda la tercera sección del libro, titulada El perdedor, está dedicada a Patterson. Un total de ocho artículos en los que el autor acompaña al boxeador en sus combates de revancha contra el sueco Ingemar Johansson —en el primero de los cuales se convirtió en el primer campeón de los pesos pesados de la historia en recuperar el título perdido— y las posteriores derrotas contra Sonny Liston. Talese analiza y profundiza en la personalidad de Patterson para tratar de explicar el espíritu contradictorio de un boxeador esencialmente bueno al que no le gustaba mirar directamente a los ojos de sus rivales, amante de la soledad, aparentemente falto de confianza y que solía disfrazarse tras perder un combate para que nadie lo reconociera.
Por último, un extenso reportaje de 1996 para la revista Esquire titulado Ali en La Habana, narra la visita de Muhammad Ali, su mujer Yolanda y otros amigos a la capital de Cuba en una misión humanitaria para llevar medicamentos a los hospitales y su posterior entrevista con el presidente Fidel Castro.


El silencio del héroe
Gay Talese
Artículos
Ed. Alfaguara, 2013, 348 págs.

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