Robert Ecksel. – Jack ‘Doc’ Kearns fue uno de los más ilustres, y pioneros, promotores en la historia del boxeo. Kearns nació en Iron Mountain, Michigan, el 17 de agosto de 1882, estableciéndose su familia en Seattle en 1886. Dejó la escuela a los 14 años y viajó de polizón en un carguero, hacia Alaska, afectado por la fiebre del oro.
Al no haber podido hacerse rico, pero habiendo aprendido mucho de jugadores, estafadores, timadores, trileros y demás personajes que frecuentaban la zona, regresó al estado de Washington, donde trabajó como contrabandista y ayudó a cruzar la frontera entre Canadá y EE.UU. a trabajadores chinos.
También trabajó en un barco ballenero, en un maderero, en un faro marítimo y como ladrón de ganado. Además de tabernero. Pasó de ser un trotamundos a sumergirse en el boxeo en 1900, cuando tuvo su primera pelea profesional en Billings, Montana, bajo el nombre de Young ‘Kid’ Kearns. Cuando el promotor preguntó al joven de 18 años si podía pelear, Kearns contesto: “Enséñame la barbilla y averígualo“.
San Francisco era la Meca del boxeo en aquel tiempo. Kearns lo describió como “una escandalosa Las Vegas con lámparas de queroseno, pechos peludos y músculos mucho más grandes”. Se asentó en la ciudad y encontró un hogar en el juego de la lucha.
Kearns peleó como peso wélter y realizó 60 peleas profesionales, incluyendo una derrota ante ‘Mysterious’ Billy Smith, de quien Kearns decía: “Siempre estaba haciendo algo misterioso. Por ejemplo, te pisaba el pie y cuando mirabas hacia abajo te mordía la oreja”. Kearns estaba interesado en muchos deportes y jugó al baseball en la Liga de la Costa del Pacífico como lanzador.
Uno de los primeros boxeadores de Kearns fue Louis ‘Kid’ Escalador. No se sabe mucho sobre él, pero el 12 de marzo de 1909, el Tacoma Daily News informó que él y Kearns habían sido detenidos por la venta de licor a un chaval de 15 años.Pero su futuro fue como promotor. En 1907, William A. Brady, que había llevado a Jim Corbett y Jim Jeffries, sugirió a Kearns colgar los guantes y probar suerte en la gestión.
Kearns conoció a Jack Dempsey en 1916, cuando uno de sus combatientes, Joe Bonos, peleó con el futuro campeón de los pesos pesados. Poco tiempo después, Dempsey ayudó a Kearns en una pelea en un bar. En ese momento Dempsey estaba, según Kearns, “Delgado y deteriorado. Su rostro estaba demacrado y tenía las mejillas hundidas. Podría haber jugado con sus costillas como un xilófono”.
Pero Dempsey, aún flaco, podría luchar (tenía un registro de 30-3 en aquél momento), por lo que el astuto promotor lo alimentó y añadió a Dempsey a su establo. “Lo puse en marcha”, aseguró Kearns. “Antes de que yo llegara era un vago.” A lo que Dempsey respondió: “Kearns se equivoca totalmente. Yo era un vagabundo, si, pero nunca fui un holgazán“.
Dempsey tuvo su primera pelea bajo la dirección de Kearns, el 25 de julio de 1917. Kearns mantuvo ocupado a Dempsey con seis peleas más en 1917, 21 peleas en 1918 y seis en 1919, dando lugar al combate contra Jess Willard el 4 de julio de 1919, en Toledo, Ohio, por el campeonato mundial de los pesados. Una pelea para la historia. Dempsey derribó a Willard siete veces en el 1º asalto, le rompió la nariz, las costillas, la cuenca del ojo, la mandíbula y el tímpano. También lo dejó sin cuatro dientes.
Dempsey luchó una vez en 1922 y dos en 1923, primero contra Tommy Gibbons en Shelby, Montana – una ciudad que Kearns logró arruinar. Treinta años más tarde, un periodista comentó a Kearns, “He oído que quebró tres bancos con aquella pelea”. “Eso es mentira”, replicó Kearns. “Una mentira despreciable. Yo no quebré tres bancos. Arruiné los cuatro“.Dempsey regresó al ring en 1920 para luchar contra Billy Miske y Bill Brennan, dejando vía libre para una pelea con Georges Carpentier en Jersey City. Kearns y Tex Ricard, otro canalla de clase mundial, co-promovieron el Dempsey vs Carpentier, que fue la primera pelea de título mundial transmitida por la radio, y la primera en recaudar un millón de dólares.
Luego, Dempsey luchó con Luis Angel Firpo en el Polo Grounds, en un combate en el que hubo 11 caídas en dos asaltos, y del que salió victorioso Dempsey. Tras este pleito, separaron sus caminos.
El campeón y su amante, la actriz Estelle Taylor, acusaron a Kearns de manejar mal las finanzas de Dempsey. La Comisión de Boxeo del Estado de Nueva York decretó que un promotor no podía llevarse más de un tercio de las ganancias del boxeador, y Kearns estaba recibiendo el 50% de Dempsey.
Kearns también sostuvo que le tendrían que abonar un tercio de las ganancias futuras de Dempsey, a quien demandó tres veces, por cerca de un millón de dólares, sin éxito. Muchos años después, Dempsey dijo a Peter Heller que “Kearns era un tipo muy divertido. Solía beber mucho y tirar todo el dinero. Nunca tenía un dólar. Nunca he tenido nada… Me mentiría todo el tiempo. Él estaba manejando todo el dinero y el resultado de ello es que nunca tuvimos ningún dinero“.
Al parecer, siempre un paso por delante de la ley a lo largo de su vida, el 23 de marzo de 1945 el Tacoma News Tribune informó que Kearns había sido acusado en Nueva York de 26 cargos por fraude postal. Uno de sus cómplices era una astrólogo, y su nombre era princesa Zulieka.Aunque el mayor éxito de Kearns fue con Dempsey, también gestionó y/o promovió a más de 80 boxeadores, incluyendo a Abe Attell, Harry Wills, Mickey Walker, Archie Moore, Joey Maxim, Jackie Fields, Benny Leonard, Battling Nelson, Bob Satterfield, Soldado Barfield y Dick Hyland.
En la década de 1950, Kearns pasó cinco años como matchmaker del famoso International Boxing Club (IBC). Cuando el Comité Kefauver -contra el crimen organizado-, fue tras Frankie Carbo, jefe de facto de la IBC, Kearns fue citado a declarar. Con 79 años de edad, Kearns negó que estuviera involucrado en nada ilegal, mientras agasajaba a los senadores con historias de Jack London y Wyatt Earp.
Kearns se mantuvo activo como promotor hasta su muerte el 17 de julio de 1963, y fue incluido en el Salón de la Fama del Boxeo Internacional en 1990.
“En más de sesenta años en el boxeo, nunca he estado involucrado en una pelea amañada, es decir, dejarse perder. Pero tengo que admitir una cosa”, dijo Kearns, “Soy un ganador, no un perdedor. Haría cualquier cosa para ganar, pero no voy a perder. Usted puede sacar sus propias conclusiones“.