El hijo del desierto de Namib

El mundo conoció a Julius Indongo el 3 de diciembre de 2016, cuando hizo historia al arrebatar el título mundial (FIB) del peso superligero al ruso Eduard Troyanovsky, derrotándole en solo 40 segundos en el Palacio de Hielo Khodynka de Moscú. Era su primer combate lejos de casa.


Ante la sorpresa de la mayoría de espectadores -estaba abajo en las apuestas 25 a 1-, Indongo se convirtió en el cuarto boxeador de Namibia en convertirse en campeón del mundo, siguiendo los pasos del legendario Harry Simon, Paulus Moses y más recientemente Paulus Ambunda.

¿Golpe de suerte? Debía despejar esta incógnita en Escocia el pasado 15 de abril, en su primera defensa, ante el curtido campeón Ricky Burns, alguien que nunca había sido noqueado en 15 años de carrera profesional. El africano quería mostrar al planeta todo su repertorio, ese que no pudo lucir en 40 segundos. Esta vez necesitaba más que una buena mano para superar a su oponente. Y a los jueces.

Y a fe que lo hizo. Su incesante jab de derecha y fuertes ganchos de izquierda cimentaron el camino. Todos sabemos lo complicado que es vencer a los puntos lejos de tu hogar. Imaginen cómo fue su actuación para que su triunfo por unanimidad fuera aceptado sin rechistar por la afición local.

Ya no hay dudas. Con dos coronas superligeras -FIB y AMB-, Indongo va muy en serio y quiere el pastel completo. La estrella americana Terence Crawford -CMB y OMB- aparece en el horizonte como el gran rival a batir.

Pero un hombre exitoso suele estar rodeado por un equipo de personas importantes en su camino hacia la cima. Para Indongo la persona clave es el entrenador y promotor Nestor Tobias, quien lo ha guiado desde su salto al profesionalismo tras los Juegos Olímpicos de 2008. Este hombre de negocios conoce el boxeo por dentro y por fuera. En la década de 1980, él mismo peleó durante seis años (11-6-1; 5 KO).

Colgados los guantes, Tobias fundó la Nestor Sunshine Academy, donde comenzó a entrenar a jóvenes y talentosos boxeadores. Con su guía, Paulus Moses ganó la corona de peso ligero de la AMB en 2009 contra Yusuke Kobori en Japón. Cuatro años más tarde, repitió la gesta con Paulus Ambunda, quien ganó el título de peso gallo de la OMB ante el tailandés Panya Uthok.

Indongo es el último de una prometedora cosecha. "Tenemos una promoción que está llevando el boxeo a otro nivel. Podemos luchar en cualquier lugar”, asegura el campeón procedente de esta antigua colonia alemana. "Ahora estoy representando a toda África y quiero demostrar que África tiene potencial, especialmente Namibia. Somos los mejores boxeadores".

"Me ha costado muchos años llegar a este nivel. Soy un boxeador muy inteligente. Tienes que ser disciplinado, seguro de tí mismo y trabajar con las personas y ambiente adecuados", confiesa este zurdo que tiene por ejemplos a Pacquiao y Rigondeaux.

Precisamente su mano siniestra, determinación, talle espigado y largo alcance lo convierten en un rival incómodo para cualquiera. Indongo ha superado tantas dificultades que pelear en casas ajenas no le inmuta. De concretarse su salto al Nuevo Mundo, será la prueba definitiva para este audaz boxeador que atrae la atención sobre una cantera muy prometedora.


1 Comentarios

  1. Indongo es la prueba de kel boxeo es el deporte mas universal.Namibia solo tiene a Fredericks en atletismo,pero el boxeo eneste pais va pa'rriba.Nesa area hay mucho box,junto con Sudafrica kes una potencia.

    ResponderEliminar
Artículo Anterior Artículo Siguiente