Gloria a Ucrania

Usyk vs Fury
El ucraniano Oleksandr Usyk se unió a Mike Tyson, Lennox Lewis, Joe Frazier, Jack Dempsey, Joe Louis, Muhammad Ali y Floyd Patterson como únicos campeones indiscutibles al ganar por decisión dividida a Tyson Fury, en el Kingdom Arena de Riad, en Arabia Saudí. Noche en la que ganó el boxeo, con un combate emocionante y con la repercusión mediática propia de esos acontecimientos excepcionales que se dan cada tanto tiempo.

Fury perdió el título del Consejo Mundial de Boxeo y su récord inmaculado, mientras que Usyk consigue repetir en categoría pesada la gesta que ya lograra en crucero, ser campeón absoluto al lograr los cuatro cinturones. El inglés se equivocó de táctica. Cuando daba sensación de controlar el choque, boxeó como si ya hubiera ganado el combate. Se centró más en desplegar su repertorio como showman que en liquidar a su rival.

La lectura de la pelea no pudo ser más equivocada. "Me estaba divirtiendo, estaba jugando. Creía que estaba dominando el combate. En los seis primeros asaltos, tal vez se llevó uno”, afirmó Fury. Lo cierto es que Usyk, que empezó bastante bien el pleito, pasó unos asaltos un tanto superado, pero desde el octavo supo dar un giro al guion que sugería Tyson. La izquierda ucraniana despejó de tonterías la cabeza inglesa.

Usyk pudo vencer antes del límite en el noveno, pero la trascendencia de ese resultado achantó la determinación del árbitro en poner punto final, optando por una salida más complaciente con la cuenta de protección y una oportuna campana. Ese acabó siendo el momento decisivo de una pelea que se alargó hasta el final, con Usyk haciendo todo lo que necesitó durante los tres asaltos siguientes para sofocar la respuesta de Fury.

"Si mi esquina me hubiera dicho en el último asalto que saliera y acabara con él, lo habría hecho, pero todos pensábamos que íbamos ganando”, parece que la impertinencia cegó también al equipo de Fury, incapaces de ver cómo Usyk, más preciso y constante, estaba apuntalando su victoria. Decisión dividida para los jueces, unánime para la afición. Momento de reflexión para uno que, a día de hoy, boxea por diversión; y otro que tiene que velar por un legado histórico. “Hoy es un gran día. Muchas gracias a mi equipo. Es una gran oportunidad para mi familia, para mí y para mi país”, proclamó el ucraniano.

Curiosamente, esa misma noche en California, su compatriota Denys Berinchyk vencía al mexicano Emanuel Navarrete para coronarse campeón mundial ligero de la OMB. La semana anterior, Lomachenko conquistaba el cetro mundial de la FIBÉxitos deportivos que llegan en un momento difícil para su país, en guerra contra un adversario poderoso. Estos campeones son héroes para su gente, ejemplos en quién inspirarse, revelándoles que luchar es la única forma de optar a la victoria, por complicada que esta parezca. Que se lo digan al nuevo rey de los pesados. ¡Gloria a Ucrania! ¡Gloria a los héroes!

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