Australia es uno de los primeros países en recibir cada Año Nuevo, y este 2025 también es el lugar en el que se celebra la primera gran velada de boxeo internacional. El local Jai Opetaia expuso su campeonato mundial del peso crucero ante su vecino de Nueva Zelanda David Nyika, en un combate breve e intenso en el que no dio posibilidad al aspirante. Su ambición sigue en aumento y el camino a seguir luce muy atractivo.
Opetaia defiendía su corona en casa por primera vez en dos años y medio. Fue el 2 de julio de 2022 cuando ganó el título en una espectacular pelea contra el lituano Mairis Briedis, quien le fracturó la mandíbula al nuevo campeón. Este tipo de lesiones pueden generar ciertas inseguridades a la hora de plantear siguientes peleas, pero el de Sydney no parece tener secuelas. Sumó 4 victorias seguidas, una en Inglaterra y tres en Arabia, revancha con Briedis incluida.
La quinta pretendía ser ante el invicto alemán de origen turco Huseyin Cinkara, pero una lesión en un tobillo le hizo causar baja, provocando que el teléfono de David Nyika sonase de forma inesperada. Medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio2020, e invicto en 10 combates -con 9 KO-, Nyika, de 29 años -misma edad que el campeón-, surgía como un atractivo reemplazo que permitía elucubrar sobre una posible sorpresa y mantener el interés por la velada. Oportunidad irrechazable para llegar a la cima por la vía rápida, un todo o nada.
Y rápida quería ser, porque desde el primer segundo ambos púgiles parecieron descartar un combate largo, buscando la contundencia y el intercambio para finalizar con un pleito que ninguno de ellos pensaba que iba a tener. En un intercambio de fuego el que tiene mayor calibre suele salir vencedor. El 4º asalto fue el definitivo, cuando la dura derecha de Opetaia puso punto y final a la actuación de un voluntarioso e ineficaz Nyika.
"Voy a por mis cinturones", advertía Opetaia (27-0; 21 KO), en clara alusión al también campeón de peso crucero Gilberto 'Zurdo' Ramírez. 'Ese es el objetivo', respaldaba su promotor Eddie Hearn, para quien Opetaia no sólo es el mejor peso crucero, sino uno de los mejores boxeadores libra por libra del mundo. Para cimentar estas palabras y con la plena confianza que tiene en su hombre, la hoja de ruta está definida: buscará unificar los cinturones de la categoría crucero antes de dirigirse hacia un combate con Oleksandr Usyk.
La quinta pretendía ser ante el invicto alemán de origen turco Huseyin Cinkara, pero una lesión en un tobillo le hizo causar baja, provocando que el teléfono de David Nyika sonase de forma inesperada. Medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio2020, e invicto en 10 combates -con 9 KO-, Nyika, de 29 años -misma edad que el campeón-, surgía como un atractivo reemplazo que permitía elucubrar sobre una posible sorpresa y mantener el interés por la velada. Oportunidad irrechazable para llegar a la cima por la vía rápida, un todo o nada.
Y rápida quería ser, porque desde el primer segundo ambos púgiles parecieron descartar un combate largo, buscando la contundencia y el intercambio para finalizar con un pleito que ninguno de ellos pensaba que iba a tener. En un intercambio de fuego el que tiene mayor calibre suele salir vencedor. El 4º asalto fue el definitivo, cuando la dura derecha de Opetaia puso punto y final a la actuación de un voluntarioso e ineficaz Nyika.
"Voy a por mis cinturones", advertía Opetaia (27-0; 21 KO), en clara alusión al también campeón de peso crucero Gilberto 'Zurdo' Ramírez. 'Ese es el objetivo', respaldaba su promotor Eddie Hearn, para quien Opetaia no sólo es el mejor peso crucero, sino uno de los mejores boxeadores libra por libra del mundo. Para cimentar estas palabras y con la plena confianza que tiene en su hombre, la hoja de ruta está definida: buscará unificar los cinturones de la categoría crucero antes de dirigirse hacia un combate con Oleksandr Usyk.
Palabras mayores. Hearn confiesa que todo va encaminado a ese gran acontecimiento, que Opetaia será el verdugo y sucesor de Usyk, confirmando su estatus como una de las grandes estrellas del boxeo. Puede ser, pero queda trabajo por delante. Otros tres cinturones están esperando, así que vayamos poco a poco porque, como decía Edmund Burke: "Cuida tu ambición, puede volar, pero también arrastrarse".
Fran Levaner